jueves, 19 de diciembre de 2019

Feliz Navidad, Feliz Año, Buenas noches y Buena suerte

La última entrada de este blog se produjo hace unos meses. Desde entonces no he vuelto a escribir aquí pero eso no significa que haya dejado de escribir. Este blog nació como un experimento. Una batalla singular entre la web que tenía entonces y "eso de los blogs". Escribir me enganchó y pronto la web quedó abandonada (hace años que probablemente no existe).

El público objetivo del blog era fundamentalmente yo y alguna que otra persona que se fuera asomando de vez en cuando interesada en lo que yo tenía que decir o cómo lo decía. En él he volcado muchos pensamientos, muchas referencias que solo yo conocía (ahora muchas las habré olvidado también pero lo mismo si lo releeo me puedo acordar) y que pasaban desapercibidas para el resto, a veces para las personas con las que tenía relación.

En él he dejado grabadas mis formas de pensar con el objetivo de, algún día, releerme y ver qué tal aguantaba mi pensamiento el paso del tiempo. En él incluso he dejado cosas para mis descendientes si es que alguna vez los tenía. Hasta que lo tuve.

Unos días después de la última entrada nació mi hijo y ahora tengo un blog en el que le hablo a él. Hablarme a mí, recordarme cosas, dejar constancia de lo que pensaba, de repente, ya no tenía sentido. Este blog ha perdido su sentido y con esta entrada lo cierro. Lo cierro sin lamentos, con alegría. Con la alegría que da un bebé sano y feliz durmiendo al lado. ¿Quién sabe? Lo mismo él dentro de unos años me pide que lo reabra. O más probablemente, quizás me diga que no.

sábado, 3 de agosto de 2019

Elisabeth, la reina de su casa (Relato)

Rebosando clase, Elisabeth su alteza,
La reina de la casa, destilando realeza,
Apareció llena de barro, un día de diario,
Se había dado un baño en un balneario,
Los pelos muy largos, deshecha la permanente,
La perra de aguas más guapa e inteligente.

"Me doy una vuelta por aquí, huelo y escarbo",
Viendo como pasea, parece Greta Garbo.
Erguida y muy puesta Camino del vete,
Ahí va mi Elisabeth, en el coche se mete.
Se pasea la reina en el asiento trasero,
Collares de oro y plata, nervios de acero,

En el vete ya dicen: "La turca, que pase",
No puede esperar, teniendo tanta clase.
Una vez dentro, se lame, se peina,
Y la vete pregunta: ¿Quién es esta reina?
"Apareció por aquí, un misterio supremo",
"No nos preguntes que no lo sabemos".

"Ladra en inglés y es testaruda",
"Yo creo que es una reina. No tengo dudas".
Dice en el chip que sí y que viene acompañada,
A ver a su hijo, Toby, que está de acampada.
Dice que su escolta espera ya en tu puerta,
Ellos la acompañarán en el vuelo de vuelta.

Nuevo proyecto

Menos de una semana para el nacimiento del nuevo proyecto. ¿Límites? The sky is the limit.

Por el momento una de las cosas que se me han ocurrido es un libro de cuentos al estilo de aquel "La vampira Kyra": https://donmingo-2017.blogspot.com/2017/04/la-vampira-kyra-relato.html

O ahora, "Elisabeth, la reina de su casa"
https://donmingo-2019.blogspot.com/2019/08/elisabeth-la-reina-de-su-casa-relato.html



  • "La vampira Kyra": https://donmingo-2017.blogspot.com/2017/04/la-vampira-kyra-relato.html
  • "Elisabeth, la reina de su casa": https://donmingo-2019.blogspot.com/2019/08/elisabeth-la-reina-de-su-casa-relato.html



Un saludo, Domingo.

sábado, 27 de julio de 2019

Actividad físico-deportiva restringida

Es oficial; hasta nueva orden que revoque la anterior se acaba por este verano el fútbol y el pádel. Puede ser que haya alguna excepción, más probable en el pádel que en el fútbol, pero por el momento no será el caso.

Mientras tanto, la jardinería (todavía no he empezado), la pintura de brocha gorda y, sobre todo, las vacaciones más relajadas que se recuerdan. Si fuera un perro, quizás podría parecerme a
Scotty 'the Hottie' . 

Claro que en su caso la actividad físico-deportiva estaba (y todavía está) restringida por una razón muy diferente. La convalecencia tras haber sido víctima de un WTF, algo que podríamos traducir como un "corre y atropella" en vez del usual "atropella y date a la fuga" de dos de las componentes de "Las Tres Lacias", el cuadro que Rubens pintaría si asistiera a la segunda función de "Los tres Tragones"

Un saludo, Domingo.

sábado, 20 de julio de 2019

Vacaciones

Ayer fue mi último día de trabajo antes de las vacaciones, aunque lo de "trabajo" habría que cogerlo con pinzas debido al ritmo relajado de los últimos tiempos. Estas serán unas vacaciones muy especiales. Vacaciones dominadas por la incertidumbre del qué pasará. Por el momento, durante la primera semana podrían resolverse parte de las dudas. En realidad podrían resolverse todas, pero es un tanto improbable.

Pero ninguna de ellas depende de mí. Lo que de mí depende es, fundamentalmente, la puesta al día en cuanto a la jardinería. Eso y la relajación, el descanso ... lo que viene siendo unas vacaciones. La calma que precede a la tempestad :-D.

Un saludo, Domingo.

sábado, 13 de julio de 2019

Una semana (Relato)

Una semana para que todo cambie. Es la última semana de trabajo antes de las vacaciones. Además, según parece, también será la semana en la que todo se solucione en el trabajo. Esperemos que así sea. Tras esa semana, "uncharted territory".

La verdad es que estas últimas semanas han sido / están siendo atípicas. La tranquilidad en el volumen de trabajo, el parón en el fútbol de los sábados, la actividad deportiva centrada fundamentalmente en dos o tres partidos de pádel a la semana.

Incluso la radio, con su programación de verano da paso a música en mp3. Lo último que he estado escuchando es Mecano. Como muchos, conozco sus canciones, aunque no se me pueda describir como fan. Es simplemente historia de la música española contemporánea. Quizás por eso, cuando he escuchado varias de sus canciones estas semanas atrás, me he sorprendido con cosas que imagino que han estado siempre ahí.

El caso es que en mitad de una música que creía conocida, aparecían acordes orquestales muy del estilo de las composiciones de Nacho Cano. Era como escuchar una nueva canción mezcla de éxitos de los 80, los 90 y música clásica. Lo mismo esto no es sino un presagio de mi futuro próximo. O una llamada a mi subconsciente, ese mismo al que además de hacer rimas no le hubiera importado escribir la letra de una canción o incluso la música si no fuera porque no sabría ni por dónde empezar.

Así que haremos una rima de las habituales.

Nació la primera estrella y yo a ti ya te esperaba.
Explotó la segunda y tú no llegabas.
Se formó la vía láctea y ningún signo te delataba.
Al intuirse el sistema solar yo desesperaba.

Nació la tierra y yo ya no te esperaba.
Se extinguieron los dinosaurios y la fe me dejaba.
Mis lágrimas se secaban, el Nilo se inundaba.
En el mundo del iPhone, recibí tu llamada.

Decías conocerme desde que la nada explotara,
Decías esperarme cuando yo me desesperaba,
Decías llorarme cuando el Nilo se inundaba,
Siempre comunicando, llamando cuando tú me llamabas.
Solo cuando dejé de llamar sonó la llamada.
Solo hay dos letras entre llamada y amada.

sábado, 29 de junio de 2019

Llegó el verano

Al menos el climatológico. En realidad, la ola de calor sobre Europa que aquí, gracias a Dios, se traduce solo como un día normal de verano.

En lo laboral, nos han dicho que el verano será tranquilo. Esperemos que así sea. Más que nada porque este no va a ser un verano cualquiera. Este va a ser el verano para el que me he estado preparando toda mi vida. Posiblemente sin saberlo, pero toda mi vida. Ese será mi verano personal y no está claro cuánto durará.

Y ese verano personal me coge físicamente en un buen momento. No sé si será casualidad, si serán las temperaturas moderadas o si simplemente son los paseos semanales, físicamente me encuentro en un buen momento. Atrás quedan ya las lesiones, operaciones, etc. Crucemos por tanto los dedos y esperemos que todo se pueda prolongar lo máximo posible.


sábado, 22 de junio de 2019

Casi todo listo

Justo antes del verano. Casi todo listo. Estas tres últimas semanas no he ido a jugar al fútbol porque estábamos terminando las cosas pendientes de la casa. Hoy, he vuelto. Aunque solo hemos sido cuatro. Lo importante en cualquier caso es que me he encontrado bien. La política de no jugar con dolor parece que está dando frutos. Eso y las paradas forzosas debido a una y otra razón.

El balance de los seis primeros meses del año es razonablemente positivo. Quitando las pruebas médicas que no sabría dónde ubicar porque por un lado posiblemente fueron prescindibles y generaron unas molestias que perduraron durante unos meses y por otro todo salió bien y la recuperación es ya casi completa. Todo lo demás creo que es positivo o cuanto menos neutro.

El trabajo siguen donde seguía. Quizás haya nuevas noticias la semana próxima. Claro que no es la primera vez que lo escuchamos. El trabajo, pues, lo ponemos en la parte neutra. Pero creo que lo demás todo es positivo. Sobre todo a nivel personal. Y creo, espero y deseo que todo siga así el resto del año. Lo iremos viendo. Y veremos también si justo cuando todo esté listo será o no cuando no haya nada listo.

Un saludo, Domingo.

sábado, 8 de junio de 2019

Todo el mundo va a lo suyo

Dos comentarios rápidos. Dos confirmaciones. Siguen decepcionándome las empresas suministradoras de telefonía. Me cambié de Movistar a Jazztel debido a la ineptitud de Movistar para hacer una portabilidad de una línea. En Jazztel todo fueron buenas palabras comerciales pero cuando se produjo la portabilidad empezaron los problemas. Estos problemas se solucionaron de forma temporal con una promoción de 12 meses. Hace un mes se acabó la solución temporal así que llamé ... y no tuve mucho éxito.

Comenté que me cambié con unas condiciones, que había aceptado un parche durante un año pero que si no se solucionaba no tendría inconveniente alguno en ir a cualquiera de las empresas de la competencia. La única opción que me dieron fue subir de tarifa lo que efectivamente se traducía en contratar un producto que no solo no necesitaba sino que ni siquiera lo quería ni lo usaría.

Tras la conversación, una breve búsqueda y decidí apostar esta vez por Yoigo con quien había tenido buena experiencias en el pasado. Tres semanas después, tras recibir varios correos en los que se me decía que todo era correcto y la portabilidad estaba cercana, tras llamar preguntando por la tardanza y dejar claro que si no se solucionaba en el periodo que ellos habían puesto en su web (un máximo de 3 semanas), me envían un SMS diciendo que cancelan la portabilidad de la fibra.

Eso sí, al par de días me envían otro SMS diciendo que la portabilidad del móvil sigue en pie. Así que tengo que llamar y pedir que cancelen la portabilidad del móvil pues no tiene sentido cancelar una parte del paquete y no las demás.

Pero no todo es malo. Tras el SMS de cancelación de Yoigo pedí la portabilidad a Masmóvil. Ellos consiguieron en 12 horas lo que Yoigo no había podido conseguir en 21 días. De hecho, la instalación estaba hecha en 36 horas. Me llamaron de Jazztel para cancelar la portabilidad y les expliqué que no estaba interesado. Expliqué el problema y tuve que preguntar varias veces si había algo más que pudiera hacer dado que no iba a aceptar ningún tipo de oferta. Uno de los argumentos que usaron es que todas las compañías son iguales y que voy a tener los mismos problemas con Masmóvil por lo que lo mejor era aceptar una rebaja de precio con la compañía actual.

Si algo tengo claro es que Masmóvil no me ha defraudado todavía mientras que otras sí. Si dentro de un año siento la misma decepción que he sentido con Jazztel, cambiaré a otra. Con suerte alguna dejará de decepcionarme algún día.

La otra confirmación, hay personas que planean jugar al pádel tal o cual día. Tú dices que no puedes o no quieres o lo que sea y resulta que no juegan por tu culpa. En cambio, te dicen que juegas tal día, tú llevas todos los pertrechos para saber a última hora que no habrá partido. Pero eso no es culpa suya. A veces la vida te hace ser más egoísta. Aquí todo el mundo va a lo suyo ....


Menos yo, que voy a lo mío.

Un saludo, Domingo.

sábado, 25 de mayo de 2019

Mini-Dudanzas

Esta semana ha sido un tanto anodina; no han habido grandes novedades. Quizás, lo más reseñable fue el fin de semana pasado. El fin de semana pasado hubo una mini-mudanza en casa. Una minirevolución. Aquello parecía el juego de Torres de Hanoi pero con habitaciones en vez de torres y con muebles en vez de discos. Al final todo quedó bien, a falta de alguna mano de pintura y de los flecos que siempre cabe encontrar.

Así pues, lo más destacable de la semana posiblemente han sido mis dudas. Es la primera vez que no sé qué votar. La primera vez que soy uno de esos indecisos de los que hablan las estadísticas. Llevo muchos años votando a partidos de centro, primero UPyD y luego Ciudadanos porque anhelaba tener un partido bisagra que nos liberara de los chantajes nacionalistas. Sin embargo, Ciudadanos ha olido sangre con el PP y quiere ser su reemplazo en vez de un partido bisagra. No me parece mal que quieran gobernar, al revés, ojalá pudieran gobernar como tercera o segunda fuerza política pero siendo una fuerza de centro, no de derechas, centro derecha o centro izquierda.

Afortunadamente, justo antes de las elecciones he podido encontrar un argumento con el que autoconvencerme. De hecho, creo que es lo único que busca un indeciso, un argumento con el que autoconvencerse de haber hecho lo correcto. En mi caso, lo correcto es no votar en elecciones europeas a partidos corruptos y que solo se preocupan por alternarse en el poder como PP y PSOE y castigar las veleidades de bipartidismo de Ciudadanos. Por supuesto, nada de votar a populistas y extremistas, ni de derechas ni de izquierdas.

El voto de castigo será, en este caso, votar al PACMA. El partido animalista contra el maltrato animal es un partido que me resulta simpático porque creo que tienen razón en muchas de sus reclamaciones aunque no en todas. Y sobre todo me resulta simpático porque no se han dejado convencer por otros partidos populistas, de izquierda o ecologistas que solo quieren sus votos y poco más.

En las municipales, en cambio, no hay partido con el que castigar. En este caso, el argumento que he elegido es seguir votando a Ciudadanos para que noten que estoy dispuesto a seguir votando a un partido bisagra pero que dejaré de hacerlo si siguen por la senda que han empezado a transitar.

Un saludo, Domingo.

sábado, 18 de mayo de 2019

Tranquila y tranquilizadora

Esta semana tuve la revisión del procedimiento médico al que me sometí a finales de marzo. Como era de esperar (o hubieran llamado mucho antes), los resultados de la biopsia fueron negativos. No había rastros de tumor epitelial. Al menos no en ninguna de las seis muestras analizadas.

Los resultados, siendo tranquilizadores, no dejaban de ser los esperados y no dejaban de confirmar lo que siempre pensé. Es un procedimiento al que te someten para ganar dinero fundamentalmente. La excusa es que no debemos correr el riesgo y si además resulta que los gastos los asume un seguro médico, pues las probabilidades de que te digan que no son escasas.

Sigo teniendo mis dudas de que valga la pena. Es como proteger un coche a todo riesgo durante los dos primeros años. O como poner una alarma. No suele valer la pena pero te quedas más tranquilo. O los tuyos se quedan más tranquilos.

Por lo demás, además de tranquilizadora, la semana fue tranquila. En el aspecto deportivo, salir a andar, jugar al pádel e ir poco a poco recuperando el fondo.

Un saludo, Domingo.

sábado, 11 de mayo de 2019

Nos estamos malacostumbrando

Con esto de que la situación laboral no termina de aclararse, nos estamos malacostumbrando. Esta semana hemos acabado saliendo a pasear un par de horas. Según parece, mientras el calor no sea asfixiante y mientras no llegue la siguiente ola de trabajo, lo haremos frecuentemente. Por mí, encantado. Creo que es algo que habla bien del dueño de la empresa. El problema, más bien, es de la matriz. No sé, creo que es la tercera o cuarta vez que digo que, para bien o para mal, el final está más cerca.

Por otro lado, he vuelto a realizar deporte con casi la misma intensidad que antes de la intervención pero no sé cuánto más durarán los efectos secundarios que todavía persisten. Lo que sí debe ser cuestión de algunas semanas es volver a coger algo de fondo de forma que no acabe los partidos de pádel casi sin aire. Lo mismo las caminatas en el trabajo ayudan.

Y por último, lo principal. Todo sigue bien, vamos quemando todas las etapas y posiblemente en menos de lo que creo el nuevo proyecto podría ser una realidad.

Un saludo, Domingo.

sábado, 20 de abril de 2019

Minivacaciones

Semana Santa. Me cogí el miércoles así que estamos en el cuarto día de cinco de vacaciones. Poco a poco vamos retomando la actividad y espero que, para la semana próxima, ya haya vuelto todo a la normalidad. Por lo pronto, vamos aprovechando también para ir poniéndonos al día en la jardinería. Aunque también es cierto que miro la hiedra y me pongo malo. Voy a tener que ponerme serio con ella antes de que ella se ponga seria conmigo :-). Tengo hasta el verano para hacerlo, calculo.

Un saludo, Domingo.


sábado, 13 de abril de 2019

En perfecto orden de revista

Aunque la recuperación ha tenido sus altibajos, con un par de días trabajando desde casa aprovechando que la carga de trabajo no es demasiado alta y que había pasado una noche regular, pero con una evolución ciertamente positiva. Tengo la sensación de que a final de la semana próxima ya estaré plenamente recuperado. De hecho, a partir de mañana empezaré a hacer esfuerzos controlados (como cortar la hierba o picar leña) y, si todo va bien, espero poder empezar a hacer deporte.

Por lo demás, todo sigue su curso, no hay mucha novedad. La única, quizás, que en un par de semanas haremos obras. Inicialmente no estaban planeadas pero es la mejor opción y yo creo que el nuevo garaje va a quedar muy bien. Y en el trabajo, bueno, la semana que viene es Semana Santa. Mucha gente se irá de vacaciones bien esa, bien la siguiente. Pueden ser semanas de Schödinger, parafraseando a mi jefe refiriéndose a algo que no tiene nada que ver.

Un saludo, Domingo.

sábado, 6 de abril de 2019

Convalecencia

Esta semana pasada he trabajado desde casa. La mitad del tiempo desde el salón, la otra mitad desde el cuarto de baño. Por indicación médica, fui sometido a una prueba diagnóstica cuya consecuencia fue que voy a estar al menos dos semanas en reposo relativo y con una frecuencia de viajes al baño que va reduciéndose paulatinamente.

Durante este tiempo he podido experimentar lo duro que debe ser la estancia en un hospital durante meses si una estancia de algo más de un día se me antojó eterna y pude leer casi lo mismo que leo habitualmente en dos semanas. Por no hablar del desgaste físico. Dos noches pasé allí. Dos noches en las que mi cuerpo descansado apenas me pidió dormir la mitad de ellas.

Durante este tiempo he podido comprender mejor qué pasaba en mi cuerpo conforme los síntomas iban cambiando. Como decía a un compañero de trabajo, si al principio el grifo echaba poca agua y esta estaba sucia, poco a poco se va notando el aumento en la presión y en la limpieza de la misma. De igual forma he podido comprobar que los síntomas mencionados por el médico al alta y que todavía no había experimentado, eran simplemente eso, no experimentados todavía.

Durante este tiempo he podido recibir ofertas un tanto surrealistas como que el recruiter que me contactó lo hiciera intentando que volviera a mi antigua empresa. No es que lo descarte, al revés en un futuro estaría encantado de volver si las circunstancias de la empresa actual se deterioran pero como exempleado resulta chocante pensar que yo no haya pedido volver o que ellos no me lo hayan pedido a mí. Entiendo que quieran ganarse la comisión pero incluso esa comisión es dudosa pues se trata de una persona que ellos ya tienen más que controlada.

Por último, durante este tiempo he podido pensar en que todavía no es el momento de pensar. Ya pensaremos cuando llegue el momento. Todavía hay tiempo.

Un saludo, Domingo.

sábado, 23 de marzo de 2019

A mitad de camino

Son varios los melones empezados. El principal está a mitad de camino. Otros también. Por ejemplo, la semana que viene, el próximo par de semanas, se antojan decisivos. Así que al igual que la semana pasada, ya queda menos. Ya queda menos para todo. Hasta para el melón que esta semana no se ha llegado a cerrar del todo pero que espero que lo haga pronto. De ser así, en un par de semanas puede que estemos a un poco más de mitad de camino pero con el panorama despejado.

Seguiremos informando.

Un saludo, Domingo.

sábado, 16 de marzo de 2019

No se abandonan empresas, se abandonan jefes

Eso decía un jefe mío. Y posiblemente no le faltara razón. Estuve una vez en un equipo con una rotación bastante superior a la media de la empresa. Cada despedida tenía un motivo diferente, unos iban a una empresa, otros a hacer un máster, otros se iban para Madrid ... solo había una cosa en común, que alguien les había hecho una oferta y les había pillado con el ánimo adecuado para aceptarla.

Ese es el caso en mi empresa actual. Y los motivos son parecidos. Un proyecto inicialmente muy interesante en el que la gente empieza a perder la fe. Como ya dije en una entrada anterior, para bien o para mal ya le queda poco a la incertidumbre. Pero esta semana he pensado que incluso aunque sea para bien, lo mismo no es tan para bien como yo pensaba.

Si algo ha demostrado esta "crisis" es que hay personas en puestos de relevancia que no han estado a la altura. Eso puede ser clave en un futuro cercano. Yo me encuentro muy a gusto en el trabajo y no he buscado nada hasta el momento. Pero además del presente hay que tener en cuenta el futuro. Hasta ahora pensaba que el futuro en la empresa podía ser brillante. Ahora no lo tengo tan claro. No es que lo descarte, pero no lo tengo tan claro.

Para que lo tuviera claro debería haber cambios importantes en esos puestos de los que hablaba. Y esos cambios posiblemente también entrañarían cambios en otros puestos menos importantes. De lo contrario, no saldremos fortalecidos de la crisis, simplemente habremos vivido hasta que llegue la siguiente. Lo cual, por otro lado, quizás tampoco fuera tan malo. En mi caso particular me permitiría seguir desarrollando una serie de capacidades que pueden ser importantes en mi futuro profesional.

Veremos qué pasa. A la incertidumbre sigue quedándole poco. Cada vez menos.

Un saludo, Domingo.

sábado, 9 de marzo de 2019

El poder de la reclamación

Esta semana recordé que todavía no había recibido ninguna noticia de la cancelación registral así que pregunté. La respuesta fue la misma que hace un mes. Es decir, tres meses después de iniciar un trámite que solo debe llevar dos o tres semanas, un mes a lo sumo, todavía no sabía nada. Me dijeron que seguía "incidentado" y que al día siguiente llamarían a la sucursal para ver cuál era el problema.

Contesté que la situación no me parecía de recibo y que quería poner una reclamación. Entonces me pidieron esperar al día siguiente para aclarar cuál era el problema con el fin de no tener que presentar la susodicha reclamación. Todo esto, por correo electrónico, he de decir. Me prometieron mantenerme informado de cualquier avance y le dije que esa era la respuesta que hubiera esperado hace un mes cuando pregunté por primera vez. Le dije que la única respuesta que iba a admitir al día siguiente era cuándo recibiría la documentación. Me volvieron a repetir que al día siguiente llamarían a la oficina y en eso quedó la cosa.

Por la mañana, me llamó la directora de la sucursal donde tuve la cuenta que cancelé, precisamente, por el mal trato recibido. Me dijo que el problema era que yo no había enviado la nota simple actualizada. Contesté que estaba 99,9% seguro de que sí lo había hecho pues recordaba que el comprador me la había enviado por Whatsapp y reiteré de nuevo que el trato, tanto por parte de la oficina como por la gestoría era nefasto. Me dio como opciones que ellos pidieran la nota simple pero me dijo que me saldría más barato si lo hacía yo. En ese momento contesté que, después del trato, lo mínimo que debían hacer unos u otros era pedir la nota simple ellos pero que estaba tan harto de tratar con la entidad que lo único que quería era que aquello se acabara y que solo quería hablar con la gestoría, no con la oficina. Me dijo que quería estar al tanto para asegurare de que se solucionaba la situación y de que enviaría un correo tanto al gestor como a mí.

Acabada la conversación miré el correo en el móvil y pude ver que, efectivamente, había enviado la nota simple hacía más de tres meses. Recibí el correo de la directoria diciendo que habíamos aclarado que faltaba la nota simple y que yo la enviaría. A dicho correo respondí que había comprobado que la envié hacía más de tres meses (les cité el correo incluyendo la fecha) y si no les valía, era por su culpa por lo que no iba a enviar ninguna más. Pedí hojas de reclamaciones tanto a unos como otros.

Me contestaron que ya la habían encontrado pero que me habían dicho en su momento que no se veía bien los ficheros al imprimirlo. Motivo que, imagino, consideraban suficiente para echarme a mí la culpa de la espera y la falta de comunicación. Ese correo, a su vez, me hizo recordar y así se lo dije. Efectivamente me llamó la señorita de nombre inglés hacía tres meses para decirme que no se veía bien al imprimirlo. En aquel momento le transmití que las imágenes se veían perfectamente tanto en móvil como en ordenador y que pidiera a alguien de soporte informático que se lo imprimiera si ella no sabía. Comentó que estaba muy ocupada y no podía ponerse a hacer pruebas y yo respondí que en ese caso lo enviara tal cual por correo electrónico a la gestoría y que fueran ellos los que lo solucionaran.

Para acabar, volví a reiterar que quería poner la reclamación tanto a la oficina como a la gestoría. Me dijeron que tenía que ir a la oficina y pedir allí las hojas de reclamación. Como no quería ir a la oficina, lejos de donde vivo, llamé al número gratuito de la oficina de consumo y me dijeron que podía rellenarla online y enviar una copia certificada al establecimiento. Lo comenté por correo con la directoria y pedí que me enviaran la dirección y persona de contacto para enviar el correo certificado. Lo hicieron y, poco después, me comentó que la gestoría solo podía tratar con la oficina y que le habían pedido que les enviara a ellos la nota simple y ellos la enviarían a la gestoría.

No sé si decir que era lo que había estado esperando, pero casi. Yo no tengo ningún vínculo, ningún producto contratado con la oficina y por lo tanto ninguna obligación de hacer lo que decían. En todo caso enviaría la nota simple a la gestoría y si querían estar al tanto de la evolución, debían llamar diariamente a la gestoría. No recibí ningún tipo de respuesta.

Con respecto a la gestoría, pedí reiteradamente que me enviaran la dirección para la reclamación. Sin éxito. Envié un correo a correo electrónico de información y me respondieron pidiendo más datos para poder saber de qué caso se trataba. Al día siguiente, me llamó el gestor.

Me comentó que si no había pedido la nota simple, que no lo hiciera pues buscarían la forma de que no fuera necesario. Tras manifestarle de nuevo mi decepción tanto con unos como con otros, le dije que no presentaría la reclamación si me garantizaba cuándo recibiría la documentación. En este caso, según parece, firmarán en notario el viernes próximo y debería recibir la documentación a la semana siguiente. Eso sí, le dije que presentaría la reclamación contra la oficina, lo que haré a la primera oportunidad que tenga. La directora se alegrará porque, según me dijo, hacía falta más gente como yo que presentara reclamaciones para que las cosas funcionaran mejor. No sé si era parte de la respuesta enlatada o si era ironía. En cualquier caso no me importó. Con su pan se la coma la buena mujer.

No sé qué es una mayor pena si tener que las cosas solo se muevan a base de amenazas de reclamaciones o que cuando no solo amenazas sino que las presentas, nada cambie.

Un saludo, Domingo.

sábado, 2 de marzo de 2019

2 weeks 2 late?

Esta semana ha sido Semana Blanca en Málaga (y algunas otras provincias de Andalucía). Muchos de mis compañeros no han venido a trabajar porque se tenían que quedar en casa a cuidar de sus hijos sin colegio. Algunos solo vinieron ayer viernes, otros solo a principio de semana. En cualquier caso, ayer analizábamos con el dueño de la empresa, en pétit comité, el futuro a muy muy corto plazo, a medio y a largo.

Partiendo de que a medio plazo la viabilidad debería estar asegurada, el problema y la urgencia son las próximas semanas. El próximo mes, diría yo. Mucha gente ha abandonado la empresa en el último año a causa de la incertidumbre y sería un problema que las buenas noticias llegaran dos semanas tarde. Las noticias recibidas en la última semana hacen pensar que en cuestión de un par de semanas todo puede arreglarse. Esperemos que así sea.

Por lo demás, sigo pensando que la empresa puede tener futuro a poco que no se cometan los mismos errores que se han cometido en el último par de años. Y además, es un sitio en el que se trabaja a gusto y en el que puedo ampliar mis oportunidades de carrera para los próximos años. Ahora solo queda esperar que sea para los próximos años y no para los próximos días. Hay que tener confianza en el Tío Sam.

Un saludo, Domingo.

sábado, 23 de febrero de 2019

Esperando en la barbacoa (Soneto aleatorio)

Veo Flamear carbón que calienta el hierro,
Las ascuas Cantantes, crepitan rancias.
Tras comer su Zanahoria espera el perro,
Pensando cómo Evadir mi vigilancia.

Se siente Ganador, huirá en moto,
Tras haber ejecutado el certero Ataque,
Chuleta al Sótano, esquivar el jaque,
Jaque mate, hacerlo solo y sin Copiloto.

Esperará ver Sonarse al dueño
O a que entable Conversación
Y al Iphone se le acabe la Batería.
¡Santa Paloma! ¡La vida es sueño!
Un S.O.S. carente ya de solución,
Y ni el Hueso queda ya, !vaya alegría¡

Un saludo, Domingo.

sábado, 16 de febrero de 2019

Picassiano

Dicen que Picasso trabajaba con gran afán. Quería que cuando viniera la inspiración, esta le llegara trabajando. Hace años, tuve un compañero de trabajo del ramo "artístico". Es una de estas personas que pinta de maravilla, diseña, compone música o todo a la vez. Una de esas personas capaces de diseñar una hermosa web pero que muy probablemente no sería capaz de hacerla funcionar. Para eso están los desarrolladores.

Esta persona comentó en un momento dado que llevar corbata coartaba su creatividad. No se encontraba a gusto y estando incómodo no se podía dar rienda suelta a la creación. Yo no estaba de acuerdo. Para mí, que tu valía personal la pueda definir la ropa que lleves puesta es una forma de minusvalorarse. Es como si un campeón olímpico de 100m se enfunda un esmoquin. Vale que no pueda batir un récord, pero no debería olvidársele correr así de repente.

Esta semana tuvimos una discusión parecida, solo que yo no participé. El dueño de la empresa, americano, se quejaba de que la gente tardaba mucho en desayunar y después no se iba más tarde. Personas de relevancia de la empresa argumentaban que la gente trabajaba cuando tenía que hacerlo, se quedaba más tarde otros días y cumplían con su trabajo. De hecho, les gustaba que la empresa fuera así y, si las condiciones cambiaban y había que llevar traje, sus aptitudes creativas se resentirían tanto como para acabar dejando la empresa. Ellos no trabajarían en una empresa en la que se controlara al minuto lo que hicieran los trabajadores.

Yo no entré en el fondo de la discusión. Simplemente comenté que era responsabilidad suya (de los jefes) el saber cómo eran sus trabajadores y si alguno no trabajaba al nivel que ellos esperaban, entonces debían tomar las medidas oportunas.

Sin embargo, sí creo que hay gente que trabaja menos que yo. Y en algunos casos de forma muy evidente. En mi caso, yo me limito a trabajar con una filosofía más cercana a la que los americanos quieren (otra cosa diferente es la que practiquen) que a la de los jefes locales. Mi trabajo, como el de muchos otros, tienen una cierta componente de "inspiración". De repente se te puede ocurrir esa idea que te facilita la vida.

Y tal como decía Picasso, espero que la inspiración me coja trabajando. Ahora me han dicho que me van a poner un ayudante y me pidieron el visto bueno. Dije que sí y solo pedí una cosa, que llegue con ganas. Con ganas de trabajar. Hará cosas que yo hago actualmente y yo podré dedicarme a hacer otras que ahora, por falta de tiempo, no puedo hacer.

Un saludo, Domingo.

sábado, 9 de febrero de 2019

Para bien o para mal

Para bien o para mal, a la situación de incertidumbre laboral, parece que le queda poco. Esta semana hemos recibido un par de noticias turbadoras que no han podido contrarrestar las enésimas promesas de que todo se va a solucionar.

Yo soy de natural positivo y siempre he pensado que atravesábamos un momentáneo mar revuelto pero que el GPS anunciaría calma chicha pronto. Sin embargo, el clima se resistía a cambiar y, sin ser en absoluto irrespirable, sí que sembraba las dudas sobre el futuro. Esta semana hemos tenido la última noticia ... la última hasta que tengamos la noticia de la semana próxima ... o la siguiente o la siguiente. Porque, sin duda, alguna noticia llegará.

Y será para bien; mi naturaleza positiva me dice que será para bien. Aunque también pudiera ser que no lo sea. Nada hay seguro en esta vida. Pero en la eventualidad de que así fuera, al menos yo tendré muy claro que he trabajado y trabajo día a día como si todo fuera a salir bien. Como si dependiera de mí el hecho de que vaya a aparecer cara o cruz. Como decía aquel viejo cuento, operando al paciente como si este estuviera vivo y no como si estuviera casi muerto.

Es la única garantía de mi trabajo que puede tener mi empleador actual o uno futuro. Una vez que firmo mi contrato mi compromiso es absoluto y solamente si se produjera una quiebra absoluta de la confianza mutua, cambiaría esta situación.

Eso, por supuesto, no es incompatible con poder recibir una oferta más tentadora de una tercera parte. Eso pasó hace algo más de un año. Recibí una oferta para un proyecto que creía muy interesante y la acepté. Presenté mi carta de renuncia en mi empresa anterior y estuve trabajando allí con el mismo compromiso que siempre hasta el último minuto. Esto, por ahora, no ha pasado pero en la industria en la que trabajo tampoco es descartable que pase. Complicado sí, pero descartable no.

El tiempo dirá lo que pasa. Por el momento, para bien o para mal, parece que a la incertidumbre le podría quedar poco tiempo.

Un saludo, Domingo.




sábado, 2 de febrero de 2019

El día más deprimente de mi vida

Tras dos semanas de congestión nasal ininterrumpida pedí cita con el médico. Le comenté que me pasaba muy a menudo, como una vez al mes. Y que hace un par de años estuve 6 meses así. El médico comentó que podía ser alergia a pesar de que hace dos años me hice las pruebas y salió todo negativo. Me recetó antihistamínicos durante una semana.

Una semana después, volví a pedir cita porque no había casi mejoría. La respuesta fue que no había que descartar la alergia y que doblaba la dosis. Eso sí, me aconsejó pedir cita con el otorrino por si no solo era alergia sino que además había algún tipo de componente físico. Además, me dobló la dosis del antihistamínico.

Al día siguiente había hueco con la otorrino y pedí cita. Volví a repetir brevemente todo y ella utilizó esa pequeña lupa metálica que utilizan para inspeccionar las cavidades nasales. Me dijo que, sin duda, era alérgico. Me mandó un tratamiento de choque y volver al mes para ver la evolución. Aquella noche fue la noche más deprimente de mi vida, probablemente.

¿Por qué? Pues muy sencillo, la cena de aquella noche fue ligera. Al mediodía había comido con unos amigos, excompañeros de trabajo y por la noche no tenía mucha hambre. Así pues, en mi mesa se encontraron en aquel momento una taza con caldo y al lado una servilleta con 5 pastillas y la sensación de que, aunque todavía soy joven, este era el futuro que me esperaba. De aquí no vamos a ir a mejor. A ver , momentáneamente sí. De hecho en un par de días la congestión había cedido casi al completo. Pero es de esperar que esto no siempre sea así y a esta gotera vayan sucediéndole otras de forma que la fotografía de la servilleta con pastillas acabará siendo más familiar para mí de lo que yo me gustaría.

No solo eso, ayer jugué al pádel, esta mañana al fútbol ... físicamente me encuentro bien, bastante mejor que hace solo dos o tres semanas. Habrá que ir aprovechando esos momentos hasta que lleguen aquellos otros.

Por cierto, a juzgar por el informe la doctora era disléxica. El informe estaba lleno de palabras con un par de letras intercambiadas. Eso en sí no me causó ningún tipo de zozobra. Posiblemente se trate de una profesional inmaculada. Posiblemente se tendría que esforzar más que otros compañeros que no fueran disléxicos (si es que ella realmente lo es). Pero lo que sí me causó cierta desazón es que es muy fácil escribir en, por ejemplo, Word o en un navegador con corrector de ortografía y después pegar en el informe. Eso debe ser más fácil que sacarse una carrera, ¿no?.

Un saludo, Domingo.

sábado, 26 de enero de 2019

Minero asturiano


Esta es la viñeta de hoy de Idígoras en el Diario Sur.

Hoy, esta viñeta la entienden todos los malagueños, todos los españoles y una buena parte del mundo.

En mis esfuerzos por aprender alemán, veía hace un par de días la noticia del rescate en un periódico alemán. No es que pudiera entender mucho, pero la foto era inequívoca. Eso y algunas palabras sueltas.

Se ha rescatado el cadáver después de casi 13 días. Todos sabemos que un ser humano puede aguantar unos cuantos minutos sin respirar, unos pocos días sin agua y más de una semana sin comida. Cada pocos años somos testigos de un milagro, un niño, una mujer, a veces ambos, ... son rescatados una semana después del terremoto. Más de 8 ó 9 días es complicado. Muchas veces nos indignamos al saber que se paran las labores de búsqueda de supervivientes para centrase simplemente en el desescombro.

Se ha rescatado el cadáver después de casi 13 días y sabemos lo que sospechábamos, que la muerte fue casi inmediata. Era imposible que tuviera comida, agua o incluso aire. Un tapón de tierra por encima de su cabeza y, presumiblemente otro por debajo hacía recelar mucho de las posibilidades de supervivencia, mucho menos tras tanto tiempo. Pero había que intentarlo. No se podía no hacerlo.

Luego vendrá (ya estamos en ello) la investigación y si esos metros de tierra por debajo se debían a escombros que habían tirado y si la arena compactada por encima eran escombros que seguían tirando. Tampoco es que importe mucho. El crío estaba condenado desde el momento en que inició su caída.

Los que no estaban condenados sino que podían elegir, los que no estábamos condenados, sino que podíamos elegir, éramos los que quedábamos vivos. Los que veíamos, los que escuchábamos, los que leíamos noticias. Y junto a esos los que las fabricaban.

Me ha gustado el tratamiento, en general, que he visto en prensa y en radio. Quedaban lagunas que yo esperaba que se resolvieran una vez haya pasado todo. Teorías que podías discutir en privado pero ni se te ocurría iniciar una cadena por Whatsapp con información no contrastada.

Y frente a lo normal y a lo malo, lo excepcional. La gente se ha volcado, el pueblo pero también las autoridades. Expertos mineros, expertos guardia civiles en explosivos, expertos en excavaciones ... Gente que ponía en riesgo su vida para arrebatarle brevemente el cuerpo a la tierra solo para devolvérselo unas pocas horas después.

En particular "los mejores mineros del mundo" leía yo en otro periódico. Pensé en qué se basarían para decir que eran los mejores mineros del mundo. Pero lo pensé brevemente porque lo de mineros era solo un matiz. Eran los mejores a secas. No puedo imaginarme si yo tuviera que bajar a un agujero de 70 metros de profundidad para ... llorar. No sé si ellos lloraron, yo lo hubiera hecho seguro.

No sé si ellos lloraron. No sé si los héroes lloran siempre. Posiblemente muchas veces no. No importa si lloraron. Espero que al menos hoy venzan el cansancio y duerman con la satisfacción del trabajo bien hecho. Los que dormiremos deseando ser mineros asturianos en una próxima vida damos fe de ello.

Un saludo, Domingo. 

sábado, 19 de enero de 2019

Quedando

Si la semana pasada había quedado con amigos que hacía años que no veía, esta semana he quedado para tomar algo con un antiguo compañero de trabajo. Jugamos un rato al billar cerca del trabajo (me dio una buena paliza, pues ganó casi todas las partidas) y charlamos un poco de todo. Teníamos muchas cosas en común, nos llevábamos bien y vive cerca de donde yo trabajo así que es normal que quedemos cada cierto tiempo.

A diferencia de otros casos, en vez de quedar para comer, normalmente quedamos tras acabar el trabajo. Él llega del suyo ( que era también el mío) y yo salgo del mío. Yo tomé una nube descafeinada y él un mitad también descafeinado. Nos pusimos a jugar. Entre bola y bola comentábamos todas esas similitudes y nos dábamos consejos mutuos. En particular sobre el trabajo, sobre la vida, sobre lo humano y lo divino. Pero más sobre el trabajo y nuestro futuro. Es una persona con las ideas muy claras y que es capaz de asumir riesgos que quizás yo no asumiría.

Pero independientemente de eso, independientemente de similitudes en las profesiones de nuestras esposas y las profesiones nuestras, ambos compartimos otra inquietud y es la de nuestras profesiones futuras. Vinculados al sector de la informática, es de suponer que hasta la cincuentena deberíamos más o menos aguantar sin demasiados problemas. Pero ¿qué ocurrirá más allá?. Las circunstancias cambian, las sociedades cambian, profesiones que antes eran novedosas ya no lo son y es de esperar que algún huequecito nos quede. Lo que sí está claro es que ese hueco no será estrictamente en lo que hacemos ahora.

En diez o quince años, los que hacemos ahora, lo podrán hacer, casi tan bien o incluso mejor, personas que hoy mismo no son sino adolescentes. O, sin ir más lejos, otros compañeros más jóvenes que acaban de entrar a la empresa.

O quizás no, quizás podamos seguir haciendo el mismo trabajo o uno parecido, no lo sé. Lo único que está claro es que se trata de una preocupación. Una preocupación que ya ha sentido mucha gente. Cuando yo era niño, en la televisión se hablaba de los parados mayores de 40 años. Luego hemos escuchado hablar de los parados mayores de 50 años (aunque también del paro juvenil).

¿Cómo han hecho las personas que no formaban parte de esos colectivos para no caer en el mismo? Pues posiblemente la especialización, aunque no siempre. También escucha uno hablar de las personas sobre cualificadas para tal o cual puesto. La experiencia, sin duda. Avance en la carrera profesional, prejubilaciones en sectores estratégicos, oposiciones al sector público ... son varias las opciones.

Aunque no todas igual de probables. Por ejemplo, no me veo ahora mismo preparándome unas oposiciones por falta de ganas. Sin embargo, dentro de diez años posiblemente no podría (o sería más complicado) por falta de capacidad.

Entre sorbos de café y bolas de billar, hablamos un poco de todo y no llegamos a ninguna conclusión. La única conclusión fue que nos veremos pronto. No hay que dejar que crezca la hierba entre tu casa y la de tus amigos, dice el proverbio.

Un saludo, Domingo.

Gingerbread man


sábado, 12 de enero de 2019

Tengo miedo

Tengo miedo porque este año está empezando demasiado bien. Aparte del elefante en la habitación, algunos pequeños achaques físicos van remitiendo, especialmente la tendinitis de las rodillas y los "problemas financieros" se van arreglando. La verdad es que lo de "problema financiero"es una licencia poética. Afortunadamente, no sé lo que es tener un problema financiero serio. Que en la empresa te paguen con unos días de retraso no cualifica como ello. Que Liberbank no quisiera devolver la comisión ilegal ... tampoco. Y ambos parece que se van a solucionar en breve.

En particular el segundo. Ayer recibí una carta de Liberbank como respuesta a mi hoja de reclamaciones. Reconocían que tenía razón y me devolvían la comisión. Y la guinda del pastel, se disculpaban por el trato recibido. Cuando el daño principal estaba hecho, pues había cerrado la cuenta. Pero también cuando todavía podían recibir un daño adicional pues debían responder en 10 días. Por cierto, como tuve problemas con los certificados, no pude enviar la hoja de reclamaciones a la Junta de Andalucía y ahora no sé qué tengo que hacer. Imagino que enviarla y comentar que hubo una respuesta satisfactoria. Ya lo investigaré.

Así pues, tengo miedo porque cuando todo va bien, la única opción que queda es que deje de irlo. Como le pasó a unos amigos hace un tiempo, pero yo me he enterado esta semana. Esta semana, tras seis años sin vernos, quedamos (aunque es cierto que en dos grupos) los cuatro de la universidad. El que trabaja en Brasil, se casó el año pasado con la chica con la que llevaba años conviviendo. Sabía que estaba casado pero no fue hasta después que supe que había sido este año. El que no jugaba al fútbol, abrió fuego con su noticia, noticia que eclipsó todas las que venían detrás, que tampoco eran tantas.

Imagino que la persona en cuestión ya no lee el blog pero, si lo hiciera, pues se enteraría de lo mismo que le diré cuando quedemos un día de estos para desayunar pues va a menudo cerca de donde yo trabajo. Fue una noticia muy triste, la noticia de su divorcio. Para él imagino que lo fue en su momento pero ahora se le veía muy contento. Ha rehecho su vida y se casa este año. Eso, normalmente, debía ser motivo de alegría. Tengo otros amigos divorciados y sin duda me alegraré cuando esto pase. Pero este caso es diferente. A pesar de que mi amigo es él, a él y a su expareja los he visitado muchas veces. En Torre del Mar primero y luego en Montilla. Cuando estaban recién casados, cuando vino la primogénita y luego, con menos frecuencia eso sí, cuando vinieron los mellizos.

Este es el motivo por el cual no puedes sino sentir pena por la ruptura de un matrimonio que creías sólido, pena por el conjunto y por los elementos por separado pues a ambos aprecio. Además, me consta que el sentimiento es compartido por más gente. Un familiar que fue compañero de trabajo de mi amigo me decía al día siguiente tras enterarse que le apenaba que sus amigos se divorciaran.

Nada malo hay en divorciarse. A veces, posiblemente la mayoría, es la mejor opción pues ningún sentido hay en que una de las dos partes sea infeliz. Así pues, solo me queda desear que quien sea feliz lo siga siendo y quien sea infeliz, deje de serlo. No solo por ellos sino por uno mismo. Cuando uno está en un buen momento desea que su círculo familiar y de amigos también lo esté. Al menos, mientras dure. Tengo miedo de que no dure, pero creo que no soy yo, que es simplemente mi naturaleza humana.

Un saludo, Domingo.

sábado, 5 de enero de 2019

La cueva de los murciélagos

Ayer estuve en la Cueva de los Murciélagos. Nunca había oído hablar de ella a pesar de que está "al lado" de casa. Al menos todo lo al lado que una hora y media de coche puede estar. En esta vida todo lo relacionado con la astronomía, con la historia, con circunstancias que ocurrieron hace miles de años nos enseña a ser humildes. En este caso, una formación kárstica que incluye estalagtitas, estalagmitas y columnas de varios metros así como auténticas formaciones naturales que parecieran salidas del ingenio humano así como pinturas (modestas pero pinturas) rupestres, restos fosilizados de hace miles de años ...

Y mientras nosotros nos preocupamos por temas relacionados con el ahora, con no perdernos lo que haya podido publicar alguien en Twitter, por la inmediatez más inmediata. La inmediotez, diría yo. El año comienza con nuevas experiencias que anuncian otras nuevas. Con esperados cambios en el trabajo, con anhelos y sueños de otros tiempos que reverdecen. Hasta el colágeno de por las mañanas parece que está sentándole bien a los tendones rotulianos.

Eso sí, las clases de pádel todavía tienen mucho margen de mejora. Ayer volví a jugar tras un mes en el que solo había estado dando clases y lastrado también por los problemas en las rodillas y la mejora la he notado más en sensaciones más que en el juego.

Por el momento, el 2019 empieza muy bien.

Un saludo, Domingo.