sábado, 19 de enero de 2019

Quedando

Si la semana pasada había quedado con amigos que hacía años que no veía, esta semana he quedado para tomar algo con un antiguo compañero de trabajo. Jugamos un rato al billar cerca del trabajo (me dio una buena paliza, pues ganó casi todas las partidas) y charlamos un poco de todo. Teníamos muchas cosas en común, nos llevábamos bien y vive cerca de donde yo trabajo así que es normal que quedemos cada cierto tiempo.

A diferencia de otros casos, en vez de quedar para comer, normalmente quedamos tras acabar el trabajo. Él llega del suyo ( que era también el mío) y yo salgo del mío. Yo tomé una nube descafeinada y él un mitad también descafeinado. Nos pusimos a jugar. Entre bola y bola comentábamos todas esas similitudes y nos dábamos consejos mutuos. En particular sobre el trabajo, sobre la vida, sobre lo humano y lo divino. Pero más sobre el trabajo y nuestro futuro. Es una persona con las ideas muy claras y que es capaz de asumir riesgos que quizás yo no asumiría.

Pero independientemente de eso, independientemente de similitudes en las profesiones de nuestras esposas y las profesiones nuestras, ambos compartimos otra inquietud y es la de nuestras profesiones futuras. Vinculados al sector de la informática, es de suponer que hasta la cincuentena deberíamos más o menos aguantar sin demasiados problemas. Pero ¿qué ocurrirá más allá?. Las circunstancias cambian, las sociedades cambian, profesiones que antes eran novedosas ya no lo son y es de esperar que algún huequecito nos quede. Lo que sí está claro es que ese hueco no será estrictamente en lo que hacemos ahora.

En diez o quince años, los que hacemos ahora, lo podrán hacer, casi tan bien o incluso mejor, personas que hoy mismo no son sino adolescentes. O, sin ir más lejos, otros compañeros más jóvenes que acaban de entrar a la empresa.

O quizás no, quizás podamos seguir haciendo el mismo trabajo o uno parecido, no lo sé. Lo único que está claro es que se trata de una preocupación. Una preocupación que ya ha sentido mucha gente. Cuando yo era niño, en la televisión se hablaba de los parados mayores de 40 años. Luego hemos escuchado hablar de los parados mayores de 50 años (aunque también del paro juvenil).

¿Cómo han hecho las personas que no formaban parte de esos colectivos para no caer en el mismo? Pues posiblemente la especialización, aunque no siempre. También escucha uno hablar de las personas sobre cualificadas para tal o cual puesto. La experiencia, sin duda. Avance en la carrera profesional, prejubilaciones en sectores estratégicos, oposiciones al sector público ... son varias las opciones.

Aunque no todas igual de probables. Por ejemplo, no me veo ahora mismo preparándome unas oposiciones por falta de ganas. Sin embargo, dentro de diez años posiblemente no podría (o sería más complicado) por falta de capacidad.

Entre sorbos de café y bolas de billar, hablamos un poco de todo y no llegamos a ninguna conclusión. La única conclusión fue que nos veremos pronto. No hay que dejar que crezca la hierba entre tu casa y la de tus amigos, dice el proverbio.

Un saludo, Domingo.

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